¿Por qué “Viaje Súbito”?
Quizás no ha sido común mi primera experiencia de viaje, en sí nunca imaginé el monstruo que se me venía luego de iniciar el recorrido por la cordillera y el árbol de oportunidades que se me diseñaría al tomar tal confianza al andar. Estaba, sin darme cuenta, iniciando un “Viaje Súbito”. Hoy charlo con viajeros del mundo y en su mayoría salen con el “proyecto de viaje”, que corresponde a una identificación, marca o símbolo que, a su vez, te hace ser alguien o algo ante los ojos de otrxs. A mí, al principio no me pasó así, sino que sólo planeé un viaje, sin nombre, porque era mío (que no quiere decir que los demás viajes no sean de sus protagonistas, pero esta iniciación la sentí íntima) y hasta creo que ni quería contarlo.
Tras esto vino el sur, en compañía de Flor, y allí sí se hicieron visibles las posibilidades que surgían sin ningún tipo de planificación y organización previa. De nuevo lo mismo, sabíamos hacia dónde íbamos, en algún momento marcamos un mapa que se rediseñaba más de veinte veces, pero nos disponíamos a que todo pueda suceder y nosotrxs nos soltábamos hacia el acontecimiento. La intuición, entonces, tomaba forma y pasaba a ser nuestro as de espadas.
Si bien siento que nunca alcanzan un par de palabras para representar algo con tanto y variado contenido como un viaje, ya había llegado el momento en el que tenía que encontrar un nombre. Sudamérica nos esperaba en nuestros deseos junto a Fede y Calma, la combi, y era el momento para darnos a conocer al mundo. Pero hasta ahí no se me caía una idea. En sí, no sabía qué era lo que venían representando mis viajes hasta entonces, porque el modo de viaje cambiaba, como los lugares y estar dispuesto a ir a todos lados. Mi ser estaba en constante transformación y hasta mis ideales del pasado luchaban un mano a mano de esgrima con el presente. Los indicios, hasta ahí, indicaban a que no sabía ni cómo ni por qué todo se había iniciado, ni siquiera ese mismo viaje con Calma y Fede. Pero sí, había un hilo conductor que marcaba mis viajes: el qué vendrá. Mi respuesta estaba en las preguntas que me hacía. Era ese no saber por qué había sucedido todo lo que me llevaba por el andén de los viajes, que a su vez me mostraba un mundo maravilloso, más experimental, audaz, tangible y reflexivo. Estuvo, está y estará siendo todo súbito, sin explicación lógica, simplemente con las ganas de vivir, de viajar, de andar; conocer y aprender; encontrar más que buscar. Eso, es una acción súbita, luego, viene la conciencia y ahí… la baja. =)
