Ruta Nacional 7, kilómetro 1106, Potrerillos, Mendoza
Primer toque: Busco en el fondo de mis entrañas, allí está el banco de semillas de mi alma. Las planto con las huellas que dejan mis zapatos y riego tanto hasta que me duelen las manos, porque al fin y al cabo serán las flores de este jardín la apariencia que tengan mis recuerdos.
Y si camino al filo de esta montaña es porque de un lado lo seguro y del otro el abismo.
Suelo caer en un remolino hasta que me convierto en él y subo como el humo que desprende este cigarrillo.
Ya no le presto atención a la caja boba que reposa en la mesa ratona, porque le puse un pleno a mi vida y ajusté las posibilidades de los casilleros a uno. No existe el error, cuando la decisión sale desde el corazón.
Me convertí en un ser natural que cierra los ojos y ve estrellas como un esquimal. El protagonista de su historia, que se ve chiquito en este espectro universal.
Segundo toque: ¿Cómo fue nuestro amor?
El viento vislumbra una sonata
presagio de un recuerdo huracanado
que un día voló mis plumas
y me hizo derrapar.
Me cuelgo mezclando sobras
sorbo de utilidad
y me vuelvo loco
si pienso en el mar,
nadando irte a buscar
para tocarte una vez más
y me vuelvo manco
tacto sin utilidad,
si miro tu foto
ceguera en mis ojos
y si camino hacia vos,
rengo de ilusión,
me desintegro.
Así fue nuestro amor.
